viernes, 20 de agosto de 2010


¿Cómo se prepara una mezcla de cemento?

LA EMPRESA CEMEX DOMINICANA OFRECE RECOMENDACIONES MUY ÚTILES
Informalidad. Fuera de las construcciones de grandes obras, los dominicanos contratan a “maestros constructores” sin conocimientos.
jairon.severino@listindiario.com
Santo Domingo
Alguna vez usted ha tenido que contratar a un albañil o maestro constructor para hacer una remodelación en su casa. O para construirla totalmente. También ha escuchado que por lo general le hacen un presupuesto que resulta ser un 50% de lo que realmente tendrá que invertir al final de la obra. >

El “experto” o “todólogo” le dice cuántas fundas de cemento, cantidad de metros de arena, bloques y varillas debe comprar para arrancar. Comienza la obra y a poco más de la mitad comienza a decirle que faltarán algunas cosas y así se dobla o se triplica el presupuesto.
Este es el ejemplo común de lo que sucede a diario en República Dominicana. El empirismo reina en la mayoría de las construcciones de casas o viviendas particulares, sin planos y sin cálculos estructurales o de costos.
La empresa Cemex Dominicana ofrece algunas recomendaciones sobre el proceso de construcción, principalmente enfocadas hacia la calidad del producto.
Lo primero que habría que preguntarse es: ¿Qué es una mezcla? Es un producto elaborado con cemento, agregados y agua, que se mezclan para conseguir un material económico y de construcción resistente.
Para que la mezcla con cemento sea fuerte y duradera se necesitan materiales limpios y duros; medir bien, tener cuidado en el manejo y colocación de las mezclas, así como botar las mezclas que han comenzado a endurecerse. Es un error muy común entre albañiles dejar mezcla hecha mientras se van a almorzar para luego de un buen rato volverle a echar agua para ablandarla de nuevo. Esto le quita la consistencia y efectividad que se necesita. Por este error es que se ven “cuarteamientos” en las construcciones y en el fraguado o empañete.
Consejos
La empresa Cemex recomienda que el cemento que se utilice debe ser lo más fresco posible, ya que si no es así se podrían formar grumos o terrones, los cuales merman la calidad de la construcción. Aconseja que no significa que si se machacan los trozos duros y se vuelve a moler el material se conseguirá buena calidad. Los expertos no lo recomiendan, lo ideal es utilizarlo fresco. “El cemento no debe comprarse con más de dos semanas de anticipación”, señala la empresa en un instructivo que distribuye en los programas de adiestramiento hacia los maestros constructores y ferreterías.
Una de las variables más importantes y que en muchas oportunidades no es tomada en cuenta es la calidad de la arena, su contextura y su presentación. Lo más lógico, establecen las recomendaciones de Cemex, es que la arena y la grava o gravilla estén limpias, sin barro, basuras, sales, madera o cualquier otro tipo de impurezas que puedan interferir en una mezcla compacta, homogénea y resistente.
Es un imperativo para todo buen maestro constructor o ingeniero utilizar agua limpia, sin barro, basuras, ácidos, grasas y otras materias ajenas al material. El agua de los ríos y quebradas es buena, siempre que no esté muy turbia. Si está turbia (sucia) déjela asentarse y con cuidado vaya sacando el agua que se vaya aclarando. La recomendación indica que jamás debe utilizarse agua salada porque las mezclas resultan flojas y de poca resistencia.
Lo recomendable es medir el cemento siempre por funda. Para medir la arena, grava, cal y agua utilice una cubeta de cinco galones. Cemex parte de que se debe ser uniforme en el cálculo de la proporción. No se debe medir con pala no con carretilla.
Preparación
Atienda bien los pasos para mezclar los materiales: lo primero es medir la arena y extender en una capa de espesor uniforme; sobre la arena extendida, vaciar la funda de cemento y mezclar ambos materiales hasta obtener un color parejo. Luego hay que volver a extender la mezcla en una capa de espesor uniforme. Esto es a lo que los albañiles dicen: “Riégala y échale cemento para que le pongas el agua”.
En el proceso hay que medir la grava y distribuirla sobre la mezcla de arena y cemento. De nuevo se debe mezclar hasta obtener uniformidad y luego formar un hueco en el centro de la mezcla y agregar agua, siempre tomando en cuenta la cantidad recomendada.
Una vez terminado este proceso se debe palear (mover) la mezcla hacia adentro como si se quisiera llenar el hueco. Debe añadirse la menor cantidad de agua posible y nunca mayor volumen de cemento utilizado.
De acuerdo con las recomendaciones que ofrece Cemex, la mezcla debe ser más seca que aguada. Para saber si tiene suficiente humedad, al alisarlo con el respaldo de la pala debe quedar una superficie lisa, consistente y no pegajosa. O puede hacer una bola con un poquito de la mezcla y dejarla caer desde una altura de su hombre: si se desbarata al caer, le falta agua; si aplasta sin romperse, tiene suficiente agua.
Curado
Para lograr la mejor calidad en el concreto éste debe mantenerse húmedo por alrededor de siete minutos. A la operación de humedecerlo se le llama “curado”. Este proceso es necesario para preservar la buena apariencia y calidad el concreto, ya que si seca muy rápido la superficie se agrieta y las obras se arruinan en poco tiempo.
Como el objetivo de todo propietario o del albañil es conseguir un buen curado se debe regar el concreto cada vez que se vea blanquecino y cúbralos con fundas vacías. En el caso de pisos, pavimentos o losas, el concreto fresco puede curarse cubriéndolo con arena húmeda o inundando la superficie. Para esto se hace un pequeño murito con arcilla para delimitar la parte que se quiere mantener rociada.





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