jueves, 22 de julio de 2010

PARA UN AMBIENTE MAS SANO Y CON MENOS CONTAMINANTES

La ONU apuesta por la producción del ricino de América como biocombustible

(EFE).- Las organizaciones de Naciones Unidas FAO y FIDA apuestan por el potencial del cultivo de la Jatropha curcas, conocida también como ricino de América, para producir biocombustible y beneficiar a los agricultores pobres.
En un informe publicado hoy, la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA) analizan la utilidad de la Jatropha curca, a la que definen como un "cultivo prometedor".
Para estas organizaciones la Jatropha curcas crece "razonablemente bien en zonas áridas y en suelos degradados de utilidad marginal para la agricultura" y se "puede convertir en un biodiesel menos contaminante que el de origen fósil a fin de ofrecer a las familias rurales pobres un
combustible para producir luz y cocinar".
Además, añade el informe, "a diferencia de otros cultivos biocombustibles importantes, como el maíz, el ricino de América no se utiliza como alimento y se puede cultivar en tierras marginales y degradadas, donde no crecen los cultivos alimentarios".
Asimismo, "las tortas de semillas obtenidas como producto secundario de este proceso pueden tener valor como fertilizantes y piensos una vez detoxificadas", agregan.
Además, "la producción de este cultivo permitiría obtener ingresos en particular a los pequeños agricultores, a los molinos de oleaginosas subcontratados y a los miembros de plantaciones comunitarias o a los trabajadores de las plantaciones privadas que lo producen".
La producción de ricino de América "sería especialmente positiva para las mujeres ya que los molinos de motor que funcionan con combustible de este cultivo reducen su tediosa labor", señala el informe.
"Sustituir los combustibles tradicionales de biomasa con estufas para cocinar que funcionan con ricino de América también es más saludable, porque permite cocinar en un ambiente sin humo y las mujeres no tienen que gastar tiempo en la recolección de leña", explican los expertos de
dichos organismos.
Pero el estudio de la FAO y el FIDA también hace hincapié en que debido a las escasas mejoras de que ha sido objeto esta planta la productividad de sus semillas, la calidad de su aceite y su contenido oleaginoso son muy variables.
Además, la mayor parte del ricino de América que se cultiva hoy en día es tóxico, lo que puede representar un peligro para la salud humana e impide el uso de sus semillas como pienso para el ganado.
De ahí la necesidad de apoyar la investigación para obtener variedades mejores y no tóxicas.
En 2008 se sembró ricino de América en unas 900.000 hectáreas en todo el mundo, de las cuales 760.000 en Asia, 120.000 en África y 20.000 en América Latina, y se estima que para 2015 habrá cultivos de ricino de América en 12,8 millones de hectáreas.
El país productor más grande de Asia será Indonesia; en África, los principales productores serán Ghana y Madagascar, y Brasil en América Latina.

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