domingo, 24 de octubre de 2010


Calentamiento global, desde la prehistoria

La extinción de los mamuts a causa de la caza contribuyó a la proliferación de árboles de abedul alrededor del Ártico, ensombreciendo el paisaje árido y acelerando el incremento de la temperatura en el Polo Norte>.
Incluso antes del surgimiento de la agricultura, los seres humanos pudieron haber causado el calentamiento del planeta según sugiere un nuevo estudio.
Los mamuts solían deambular en donde hoy en día se encuentra Rusia y América del Norte, pero se han extinguido y existe evidencia de que hace alrededor de 15 mil años, cazadores tuvieron que ver con ello, de acuerdo a lo publicado en un nuevo estudio en la revista especializada Geophysical Research Letters, que sostiene que esta mortandad provoco un efecto secundario de calentamiento del planeta.
"Mucha gente todavía piensa que las personas no son capaces de afectar el clima aún ahora, incluso cuando hay más de 6 mil millones de personas", dice el autor principal del el estudio, Chris Doughty.
Los nuevos resultados, sin embargo, "Muestran que, incluso cuando tuvimos poblaciones
de órdenes de magnitud más pequeñas que la nuestra, ocasionamos un gran impacto", señala el investigador.
Los científicos proponen una hipótesis para explicar cómo los cazadores pudieron haber provocado el calentamiento mundial.
En primer lugar, las poblaciones de mamuts comenzaron a caer, tanto por el cambio climático natural después de la última edad de hielo, como a la caza humana.
Normalmente los mamuts habrían rozado los árboles de abedul, dejando una zona de pastizales. Sin embargo al desaparecer estos, los abedules pudieron extenderse. En el frío del extremo norte, estos árboles crecen enanos, solamente cerca de 2 metros de altura. Sin embargo, ellos predominan sobre los pastos.
Los árboles cambian el color del paisaje, siendo mucho más oscuro y absorbiendo más calor del Sol, lo que a su vez calienta el aire. Este proceso habría acelerado el cambio natural del clima, haciendo más difícil para los mamuts afrontar la situación, y ayudar a limitar el crecimiento de los abedules.
Para probar qué tan grande fue el efecto que esto tuvo sobre el clima, el equipo de investigación se enfocó en antiguos registros de polen, conservados en sedimentos de lagos de Alaska, Siberia y el territorio de Yukón, acumulados a lo largo de miles de años.
Los investigadores encontraron que hace alrededor de 15 mil años, al mismo tiempo que la población de mamut disminuía con la llegada de cazadores, la cantidad de polen de abedul empezó a aumentar rápidamente.
Doughty y sus colegas utilizaron un programa de simulación del clima para estimar que esta propagación de abedules habría calentado todo el planeta más de 0,1 grados Celsius durante varios siglos. (En comparación, el planeta se ha calentado aproximadamente seis veces más durante los últimos 150 años, debido en gran parte al efecto invernadero de nuestras emisiones de gases.)
Investigaciones anteriores indicaron que los antiguos agricultores cambiaron el clima por el sistema de roza y quema de bosques hace unos 8 mil años, y cuando introdujeron el cultivo de arroz con cáscara hace alrededor de 5 mil años.
Esto sugeriría que el inicio de la llamada era del "Antropoceno",(un término utilizado por algunos científicos para referirse a la edad geológica en que la humanidad comenzó a dar forma a todo el planeta), debería ser una fecha de más 15 mil años atrás.
Los hallazgos de los científicos sugieren que la influencia humana sobre el clima comenzó antes de lo que se pensaba, y que el inicio del Antropoceno se extiende hasta la prehistoria.

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